Para dar comienzo a esta historia nos vamos a remontar a inicios del año 2007.
La banda americana Killswitch Engage se encontraba presentando su
último trabajo As Daylight Dies en Europa cuando la espalda de su
guitarrista Adam Dutkiewicz dijo basta. El artista debía ser
intervenido de urgencia en Londres y su futuro en el mundo de la música
estaba en peligro. Pero lo que parecía presagiar el final de la carrera de
uno de los guitarristas más talentosos del género, acabaría dando origen al
nacimiento de un nuevo proyecto y un álbum para la historia.
Adam se vio encerrado en su habitación de hospital sin poder levantarse de la
cama y el transcurso de los días comenzaban a pasarle factura
psicológicamente. Buscando alejar los malos pensamientos, comenzó a dar forma
a nuevas ideas en su cabeza y a componer nuevos temas que reflejarían el
infierno que estaba atravesando. En cuanto llegó a casa se puso manos a la
obra con la ilusión de crear un nuevo álbum, aunque en esta ocasión no sería
para Killswitch Engage sino para un nuevo proyecto mucho más personal.
"Creí que no podría volver a tocar con Killswitch Engage nunca más. Necesitaba
una motivación, algo que me alejara de la depresión y la ansiedad por las que
estaba pasando. Fue entonces cuando comencé a componer y sinceramente, la
mayor parte del disco fue creado en mi cama de hospital. Lo había escrito en
mi cabeza y en cuanto llegué a casa y pude levantarme de la cama comencé con algunas demos, sentí que quería hacer un nuevo disco. Acabé poniéndome en contacto con
Jesse porque no creo que sea el mejor vocalista ni el mejor escritor, así que
necesitaba un poco de ayuda en esos menesteres."
Jesse Leach había abandonado Killswitch Engage en 2002 tras caer en una
profunda depresión, pero se uniría a su viejo amigo para iniciar las labores de
grabación en 2008. Dutkiewicz daría rienda suelta a sus habilidades
encargándose de todos los instrumentos y voz, mientras Jesse le
acompañaría como vocalista principal. A pesar de terminar con la grabación en
2009, no tendríamos la oportunidad de tener un primer contacto con
Times of Grace hasta septiembre de 2010 con la llegada de su primer
sencillo "Strength in Numbers". Pese a que la fecha de salida del disco estaba
programada para el 9 de noviembre de ese mismo año, su publicación debió ser
pospuesta.
The Hymn of a Broken Man veía la luz el 18 de enero de 2011 dejándonos atónitos, siendo
conocedores de estar ante una auténtica obra maestra. Con una ejecución
gloriosa y unas letras excepcionales conseguían transportarnos a esa cama de
hospital en la que Adam había estado postrado, trasladándonos todo ese dolor y
al mismo tiempo la esperanza de una vida mejor. Lo más difícil para un artista
es transmitir sus emociones y lograr la empatía de sus oyentes y en
The Hymn of a Broken Man el dúo formado por Adam Dutkiewicz y Jesse
Leach sublimaban ese arte. Los temas de este trabajo nos llevaban desde la
desesperación y la impotencia hasta la esperanza y la fuerza de superación. Un
cúmulo de sentimientos perfectamente plasmados que se adentran en nosotros
para no abandonarnos durante un buen rato.
En el aspecto musical Times of Grace nos proponían un largo muy completo con
canciones potentes como "Strength in Numbers", "Hymn of a Broken Man" o "Hope
Remains" y otras más melódicas como "Willing", la acústica "The Forgoten One"
o la preciosa pieza instrumental "In the Arms of Mercy". Como colofón final
nos dejaban "Fall From Grace", una de las creaciones más bellas y a su
vez más tristes que he tenido el gusto de escuchar. Sobre una melancólica
melodía abre la voz de Adam, único vocalista en este tema, mientras las
guitarras van poco a poco apareciendo hasta que todo se rompe en el estribillo
con una explosión de emotividad que nos pone el vello de punta. En ella
podemos sentir la desolación de un hombre destrozado que ansía volver a ser
feliz:
"Puede que hoy estas manos tiemblen, pero este corazón nunca se dará por
vencido."
The Hymn of a Broken Man fue avalado por la crítica, aunque la mayoría
de los seguidores más veteranos de Killswitch Engage no fueron capaces de
entender este nuevo proyecto. Adam demostró ser uno de los genios más
infravalorados del metal y su reencuentro con Jesse Leach sirvió también como
un primer paso para el regreso de este último a KsE en 2012.
Times of Grace:
Adam Dutkiewicz (Voz, guitarras, bajo y batería)
Jesse Leach (Voz principal)
Tags:
Clásicos atemporales